A pesar de su juventud, ya que fue inaugurado en el 2005, se ha convertido en uno de los rascacielos más importantes y representativos de Barcelona, con 145 metros de altura, es el tercer edificio más alto de la ciudad.
Es la puerta de entrada al distrito tecnológico de la ciudad, conocido como 22@. El mejor momento para conocerlo es durante la noche, ya que su fachada se llena de colores que iluminan la noche catalana.